¿Cómo sé que tengo un problema de fertilidad?
La infertilidad se define estrictamente por el tiempo que una pareja lleva intentando activamente conseguir un embarazo sin éxito. Tradicionalmente, la infertilidad se diagnostica si ha transcurrido un año de intento activo. Sin embargo, dado que el potencial de fertilidad disminuye según avanza la edad, los criterios pueden verse modificados a medida que aumenta la edad de la mujer. Por tanto, si una mujer de entre 35 y 40 años no se ha quedado embarazada después de 6 meses, puede ser conveniente evaluar la fertilidad. Para las mujeres de más de 40, conviene buscar ayuda después de transcurridos tan solo entre 3 y 6 meses, dado que la cantidad de tiempo disponible para el embarazo se limita de forma significativa. Por último, si se detecta un nivel de hormona foliculoestimulante (HFE) mayor de 10 en el día 3 del ciclo, conviene realizar una evaluación de la infertilidad, cualquiera que sea la edad de la mujer. Lea nuestra información sobre edad de la mujer y potencial de fertilidad.
¿Qué factores determinan la capacidad de una mujer para quedarse embarazada?
El factor que con mayor fiabilidad se relaciona con el potencial de fertilidad de una mujer es su edad. Es un hecho conocido que la tasa de fertilidad disminuye a medida que la edad de una mujer aumenta. Hay pruebas de que esto empieza ya a los 30 años. Claramente, alrededor de los 35 se produce una caída significativa en el potencial de fertilidad, y la disminución es drástica a los 40. A la edad de 45 años, hay poca probabilidad de conseguir un embarazo usando los propios óvulos de la mujer y en ese punto suele ser necesaria una donante de óvulos. El factor de la edad refleja tanto el número de óvulos, como el número de estos genéticamente normales que queda en los ovarios. El que la mujer haya estado o no embarazada anteriormente también influye en su potencial de fertilidad actual. Es más probable que una mujer que haya estado embarazada anteriormente pueda volver a quedarse embarazada, en comparación con una que nunca lo ha estado. Por último, el estado del útero y de las trompas de Falopio de una mujer es muy importante y puede limitar las posibilidades en caso de haber sufrido daños significativos.
¿Cómo determino mi potencial de fertilidad?
Si bien la edad puede ser un indicador sencillo de la relativa facilidad o dificultad de una mujer para quedarse embarazada, tan solo es una guía. El número de óvulos y, lo que es más importante, el número de óvulos genéticamente normales, que queda en los ovarios puede variar a cualquier edad. Algunas mujeres pueden llegar a la menopausia (quedarse sin óvulos) prematuramente y pueden no poder quedarse embarazadas ya a los 30 años. También hay algunas mujeres que pueden seguir teniendo un gran número de óvulos incluso con más de 40 años. Por tanto, la edad por sí sola no basta como indicador de la capacidad de cualquier mujer para quedarse embarazada. Hay varios indicadores objetivos que pueden ayudar a clarificar más si cabe la situación. En general, el acortamiento del ciclo menstrual es un signo de la disminución del potencial de fertilidad. De media, la norma es que los ciclos menstruales duren entre 28 y 35 días. Cuando las duraciones de los ciclos se han mantenido en este intervalo y después se acortan a menos de 25 días, la fertilidad puede estar en declive. El estado de los ovarios en el día 3 del ciclo es probablemente la medida más fiable del potencial de fertilidad. Los niveles de estrógeno y HFE suelen reflejar el número de óvulos en el ovario y su facilidad para ovular. En general, mientras menores sean los niveles de HFE y de estrógeno, mayor será el número de óvulos y por tanto su potencial de fertilidad. El nivel de HFE debe ser menor de 10 y el de estrógeno menor de 75 para que las probabilidades de embarazo sean mejores. Estos niveles pueden fluctuar de ciclo a ciclo y deben por tanto comprobarse con frecuencia si se obtiene un resultado elevado. El número de pequeños folículos presente cuando se observa mediante ecografía está también correlacionado con la fertilidad. Las medidas de HFE y estrógeno sin esta información no resultan tan útiles, de modo que se recomienda una ecografía hacerse una mejor idea de cuál puede ser el potencial de fertilidad.
¿Cuándo debería buscar la ayuda de un especialista en fertilidad?
Cualquier tocólogo/ginecólogo generalista puede llevar a cabo la evaluación de fertilidad inicial e indicar incluso algún tratamiento. En muchos casos, el problema puede detectarse y corregirse fácilmente mediante métodos bastante sencillos. Sin embargo, cuando la prueba inicial revela un problema serio o si el tratamiento no ha tenido éxito después de varios meses, puede ser el momento de consultar con un especialista de fertilidad. Entre las situaciones específicas que podrían recomendar tal consulta se incluyen anormalidades significativas del esperma de la pareja, niveles de HFE mayores de 10, 3 ciclos de tratamiento sin éxito con citrato de clomifeno (Serophene o Clomid), tratamiento que requiera medicamentos inyectables o la necesidad de procedimientos reproductivos asistidos como la fecundación in vitro.
¿Cómo sé que un doctor es un especialista en fertilidad?
Los médicos que se especializan en tratamientos de infertilidad se llaman endocrinólogos reproductivos (ER). Este tipo de doctor ha finalizado un programa de formación residente en Obstetricia y Ginecología, además de una beca de investigación acreditada de 2 años en Endocrinología reproductiva e infertilidad. No pueden considerarse ER los médicos que carezcan de esta formación.
¿Son todos los endocrinólogos reproductivos iguales?
No. Como en cualquier otro campo de la medicina, algunos ER tienen más experiencia que otros. Un modo de encontrar el mejor ER, como en cualquier especialidad médica, consiste en preguntar sobre su certificación emitida por el consejo médico. Para un subespecialista como un ER, hay dos tipos de certificación del consejo pertinentes. Primero, es preciso aprobar los exámenes generales del consejo de tocología y ginecología. Constan de un examen escrito y oral con un año de separación que, si se aprueban, permiten obtener la certificación del consejo que todo tocólogo/ginecólogo general tiene. Más importante es el otro conjunto de exámenes específicos para endocrinología reproductiva que sigue a continuación. Estos exámenes escritos y orales deben ir acompañados de la publicación de un artículo científico en una revista médica revisada por pares escrito únicamente por el propio ER. Los examinadores revisan de forma crítica el artículo durante el examen oral. Solo un selecto grupo de ER en práctica privada es capaz de obtener la certificación el consejo tanto en Obstetricia/Ginecología como en Endocrinología reproductiva e infertilidad. Estos médicos especiales representan la élite de este campo y por tanto poseen capacidades especiales, que los distinguen del resto de ER sin certificación.
¿Cómo encuentro un especialista en fertilidad (ER)?
El mejor modo de encontrar un ER es pedir a su tocólogo/ginecólogo o a su médico de cabecera que le remita. Estos médicos conocen a los ER de su zona y dado que les ha confiado sus cuidados médicos en el pasado, siguen siendo las mejores fuentes de información cuando es preciso tomar esta importante decisión. Desde hace tiempo la medicina viene siendo un campo en el que la propia institución médica ha desalentado las apelaciones directas a los pacientes en forma de publicidad en revistas y periódicos. Lamentablemente, en los últimos años ha habido un bochornoso número de médicos que han optado por comercializar sus prácticas publicitando garantías de devolución de dinero, engañosas gangas en forma de paquetes y confusas afirmaciones sobre tasas de éxito de fecundación in vitro no corroboradas. Por fortuna, la mayoría de la gente no toma decisiones importantes sobre su salud respondiendo a trucos y publicidad cuyos métodos suelen asociarse más bien con la venta de automóviles usados. Cuando todo lo demás falle, pregunte a su médico actual.
¿Cómo sé qué debo buscar en una clínica de fertilidad?
Una clínica de fertilidad de servicio completo para el tratamiento de la infertilidad debería ofrecer todas las formas de prueba y tratamiento en sus instalaciones y debería estar abierta 7 días a la semana. Últimamente, se viene observando en algunas clínicas de fertilidad una tendencia a abrir sedes satélite en un intento de parecer mayores. Por desgracia, esto suele significar que algunas de estas sedes solo están abiertas unos pocos días a la semana con un personal mínimo. Puede que los historiales médicos no estén disponibles cuando son necesarios y que ni siquiera haya un médico en las instalaciones para tomar decisiones importantes en el momento oportuno. Es preferible recibir atención en una clínica de fertilidad que albergue todas las instalaciones de laboratorio, los registros médicos y el personal, incluido el médico, de modo que puedan ofrecerse cuidados de calidad sistemática en todo momento. Ecografías, análisis de hormonas en sangre, preparación de esperma para la inseminación y todos los procedimientos de fertilidad deben estar disponibles en las instalaciones siempre que sean necesarios. También conviene que exista una afiliación con un laboratorio de tecnologías de reproducción asistida (TRA) con certificación del Colegio Americano de Patólogos (CAP) cuando esos servicios sean necesarios.
¿Qué factores son importantes al elegir un programa de TRA?
En primer lugar, deben considerarse las credenciales del director de laboratorio y el director médico. Un laboratorio de TRA debe tener un director con el título de doctor en medicina y con una certificación como director de laboratorios de alta complejidad (HCLD, High Complexity Laboratory Director). Los directores de laboratorio sin estas credenciales pueden carecer de la experiencia necesaria para garantizar el nivel necesario de control de calidad crítico para el éxito de un programa de TRA. El director médico de un laboratorio de TRA debería ser un endocrinólogo reproductivo (ER) con certificación del consejo en Obstetricia/Ginecología y Endocrinología reproductiva e infertilidad. Es posible que los directores médicos que no sean endocrinólogos reproductivos con certificación del consejo carezcan de formación formal en TRA, que hayan suspendido los exámenes necesarios para la certificación o, en algunos casos desafortunados, que ni siquiera hayan tratado de conseguir la certificación. La certificación del consejo es la máxima demostración de competencia y logros. Es su garantía de que el médico reconoce la importancia de la excelencia en el desempeño de sus prácticas y se esfuerza al máximo por estar al tanto de los últimos avances en este campo caracterizado por su rápida evolución. En segundo lugar, el laboratorio debe contar con la certificación del Colegio Americano de Patólogos (CAP) y debe informar de sus datos a la Sociedad de Tecnología de Reproducción Asistida (SART, Society of Assisted Reproductive Technology).