Preservación de la fertilidad

Existen distintas razones para retrasar la fertilidad, y los últimos avances tecnológicos han hecho este proceso más accesible que nunca. Disponemos de un programa de preservación de la fertilidad que implica la congelación (criopreservación) del esperma, los óvulos y los embriones para su posterior descongelación y uso en el futuro, cuando decidan los pacientes.

Congelación de esperma

La criopreservación de esperma ha estado disponible durante décadas, y es el procedimiento más utilizado para preservar la fertilidad masculina. El motivo más común para elegir este procedimiento es si existe una situación de cáncer con quimioterapia o radiación que pueda destruir de forma permanente la capacidad del hombre de producir espermatozoides sanos en un futuro. Los hombres que se practican una vasectomía también pueden elegir conservar la fertilidad por si acaso surge una situación no planeada en el futuro. Algunas veces, después de una reversión de la vasectomía y aunque esta haya salido bien, se criopreserva el esperma para protegerlo de posibles daños por las cicatrices de la zona de la operación, lo que podría provocar la imposibilidad de recuperar dicho esperma de forma natural. En todas estas situaciones, el único proceso es la recogida de muestras de esperma y su división en porciones que se congelan para cuando sea necesario. Los métodos actuales de criopreservación permiten una recuperación excelente del esperma en la descongelación. Otro método de preservación de la fertilidad es la criopreservación de porciones de tejido testicular. Se trata de una práctica que sustituye a la reversión de la vasectomía perfecta para pacientes que desean un proceso menos invasivo y desean conservar las limitaciones de fertilidad que ofrece la vasectomía después de un embarazo sano. También se emplea en hombres con recuentos muy bajos de espermatozoides (de cero, en algunos casos) cuando se recoge el esperma durante la eyaculación. En estos casos, la extracción quirúrgica de tejido testicular permite obtener el suficiente esperma para la fecundación de los óvulos durante la inyección intracitoplásmica de espermatozoides, y el tejido que no se usa se puede criopreservar para usarlo en el futuro.

Congelación de óvulos

La criopreservación de óvulos es un proceso que se ha popularizado en los últimos años. La vitrificación, un proceso nuevo, nos permite recuperar hasta el 90% de los óvulos congelados con una tasa de fecundación del 75% al inyectar esperma. Por este motivo, se ha convertido en la mejor opción para mujeres solteras que desean retrasar la fertilidad. El tratamiento de diversos tipos de cáncer con quimioterapia o radiación pélvica puede derivar en una esterilización permanente por el daño que sufren los ovarios. En estos casos, es posible obtener y congelar los óvulos antes del tratamiento para descongelarlos posteriormente, en el momento en que lo desee la paciente. Algunas mujeres, simplemente, deciden retrasar la fertilidad por motivos profesionales o hasta que hayan encontrado una pareja con la que deseen tener hijos. En estas situaciones, los óvulos se obtienen y congelan cuando las mujeres son más jóvenes y existen más probabilidades de generar óvulos genéticamente normales y se descongelan más adelante, cuando desean quedarse embarazadas. En ambos casos, el proceso de vitrificación garantiza las mejores posibilidades de fertilidad en el futuro.

Congelación de embriones

La criopreservación de embriones es la mejor opción para conservar la fertilidad de las mujer con parejas que pueden proporcionar el esperma necesario en el momento de la obtención de los óvulos. En aquellas situaciones en las que la paciente va a someterse a un tratamiento de cáncer, por ejemplo, se extraen los óvulos, se fecundan inmediatamente y se criopreservan los embriones resultantes. En la criopreservación de embriones se usa la vitrificación, un método que ha demostrado proporcionar tasas de embarazo muy próximas a las que se obtienen con embriones frescos. Los embriones criopreservados pueden utilizarse con éxito después de permanecer 10 años congelados, y existen informes de embriones que se han desarrollado después de 20 años de almacenamiento.