No ha habido descubrimiento en el campo que pueda compararse al impacto del IICE. Cuando el doctor Van Steirteghem* lo propuso por primera vez en Bélgica, el concepto de inyectar un espermatozoide completo en un ovocito fue considerado una violación de todo lo que conocíamos sobre el proceso de fecundación. Aunque tuviera éxito, el procedimiento se saltaba las leyes de selección natural y preocupaba que esto diera lugar a bebés anormales. Ahora sabemos que se trataba de preocupaciones sin fundamento. La inyección intracitoplásmica de espermatozoides se ha convertido en un procedimiento rutinario en la mayoría de laboratorios clínicos de fertilidad.
En sus comienzos se usaba exclusivamente para la infertilidad grave de factor masculino, pero en la actualidad ha adquirido indicaciones adicionales. Algunos de estos nuevos factores son la baja calidad de los ovocitos, una zona pelúcida demasiado gruesa, edad avanzada, número limitado de ovocitos debido a un bajo nivel de respuesta y la infertilidad masculina de gravedad media. Recientemente se han fecundado ovocitos criopreservados mediante IICE y los embriones resultantes han proporcionado tasas de éxito de nacimiento por fecundación in vitro. Sin duda, este procedimiento se irá aplicando en más situaciones en el futuro y puede que, incluso, se convierta en el mejor método de fecundación para todo tipo de ovocitos, ya que evita los fallos de fecundación inesperados y la fecundación poliespérmica.
*Aytoz A, Camus M, Tournaye H, Bonduelle M, Van Steirteghem A, Devroey P. Outcome of pregnancies after intracytoplasmic sperm injection and the effect of sperm origin and quality on this outcome (Resultado de un embarazo después de una inyección intracitoplasmática de espermatozoides, qué efectos tiene el origen del esperma y calidad del resultado). Fertil Steril 1998; 70:500–5